Medir la OEE es algo excelente, y la visibilidad que crea puede ayudar a mejorar la eficiencia de los equipos en toda la planta. Pero el cálculo pasa por alto un elemento crítico: el coste. La OEE no es una medida de la rentabilidad de una máquina. En algunas situaciones, puede tener un SRR muy bajo de 30% pero la máquina es rentable, lo contrario también puede ser cierto una máquina puede funcionar a 80% SRR pero no ser rentable. 

Por desgracia, la mayoría de las empresas no disponen de fondos ilimitados para crear el entorno de fabricación ideal. Las empresas tienen que elegir entre eficiencia y rentabilidad. Por ejemplo, la forma más eficaz de fabricar una determinada pieza con múltiples operaciones es a través de una célula. Pero si esa pieza sólo se fabrica cada dos semanas, la empresa no puede justificar la creación de una célula específica. Por tanto, las máquinas que procesan esta pieza tendrán una tasa de rendimiento sintético inferior debido a la configuración, el cambio y el tiempo de puesta en marcha, pero seguirán siendo rentables.